La cirugía de prótesis de pene es una alternativa moderna y efectiva para hombres que sufren disfunción eréctil severa y que no han tenido buenos resultados con medicamentos orales, inyecciones o terapias. Este procedimiento devuelve la capacidad de mantener relaciones sexuales, mejora la confianza y la calidad de vida, pero también implica cambios físicos y sensoriales que deben conocerse antes de decidirse.
El objetivo no es vender una solución milagrosa, sino ofrecer una visión realista de lo bueno y lo malo que puede experimentar un paciente tras la cirugía.
Lo bueno: rigidez a demanda y libertad sexual
Uno de los principales beneficios de la prótesis de pene es la posibilidad de controlar las erecciones a voluntad. El paciente puede tener relaciones sexuales cuando lo desee, sin depender de medicamentos ni planificación previa.
Esta capacidad de decidir cuándo y cómo tener una erección devuelve seguridad, la espontaneidad. En el caso de las prótesis inflables, el pene se mantiene flácido en estado de reposo y se activa mediante un pequeño dispositivo implantado, logrando una rigidez similar a la natural.
En cambio, las prótesis maleables o semirrígidas ofrecen una estructura firme de forma continua, lo que facilita el uso y mantenimiento, aunque el pene permanece siempre con cierta dureza.
En ambos casos, los hombres recuperan la función sexual perdida y pueden disfrutar de una vida íntima satisfactoria.
Lo que debe saber: rigidez no es igual a erección natural
Uno de los puntos más importantes es entender que la prótesis no genera una erección fisiológica. No hay un aumento de flujo sanguíneo ni cambios hormonales: la rigidez proviene de un dispositivo interno, no del cuerpo cavernoso.
Por eso, aunque el resultado estético puede ser muy natural, la sensación no es idéntica a una erección espontánea. Es importante que el paciente y su pareja lo comprendan antes de la cirugía. La prótesis otorga rigidez funcional, suficiente para tener relaciones sexuales, pero no recupera la fisiología eréctil original.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes, y sus parejas, se muestran satisfechos con el resultado, ya que logran una relación sexual completa sin dolor ni dependencia de tratamientos previos.
Cambios físicos después de la cirugía
Cada cuerpo reacciona de forma distinta, pero hay algunos cambios comunes que pueden ocurrir tras la colocación de una prótesis peneana:
Mínima reducción del tamaño del pene:
Después del procedimiento, es posible que el paciente perciba una disminución leve en la longitud o grosor del pene.
Esto suele deberse a la fibrosis o al tiempo prolongado sin erecciones antes de la cirugía. No significa que el pene sea disfuncional, sino que la estructura interna se adapta al dispositivo.
Menor sensibilidad
Algunos hombres reportan una leve pérdida de sensibilidad durante la relación sexual. Esto no elimina el placer, pero la sensación puede ser diferente. El orgasmo sigue siendo posible, ya que la cirugía no afecta los nervios responsables del clímax.
Cambios en la eyaculación
En pacientes que aún eyaculan, el proceso no se ve alterado. Sin embargo, la percepción puede cambiar. En casos de prostatectomía previa o enfermedades prostáticas, la eyaculación puede estar ausente, algo que no depende directamente de la prótesis.
Lo que pocos mencionan: posibles desventajas
Aunque la cirugía tiene un alto índice de satisfacción (superior al 85 %), no está exenta de posibles complicaciones o inconvenientes:
-
- Riesgo de infección o rechazo. Aunque poco frecuente, puede ocurrir si el organismo no se adapta al implante. En estos casos, se requiere retirar la prótesis y tratar la infección antes de una nueva colocación.
-
- Molestias iniciales. Durante las primeras semanas, el paciente puede sentir incomodidad, inflamación o rigidez constante. Estos síntomas mejoran con el tiempo y el seguimiento médico adecuado.
-
- Necesidad de revisión a largo plazo. Como cualquier dispositivo médico, las prótesis pueden requerir mantenimiento o reemplazo con los años, especialmente en el caso de las inflables, donde los componentes mecánicos pueden desgastarse.
El Dr. Jeilan Martínez, urólogo en Costa Rica, cuenta con amplia experiencia en este tipo de procedimientos y ofrece seguimiento personalizado para garantizar el mejor resultado posible.
Lo bueno a largo plazo: la satisfacción del paciente
A pesar de los posibles inconvenientes, la mayoría de los pacientes experimenta una mejoría significativa en su calidad de vida.
Poder tener relaciones sexuales sin depender de medicamentos ni del temor al fallo es un cambio profundo que mejora la estabilidad de pareja y la sensación de control personal.
Además, una vez que el paciente se adapta al dispositivo, el manejo resulta sencillo y discreto. Las prótesis actuales son estéticamente naturales y prácticamente imperceptibles para los demás.
El pene conserva su apariencia, y el paciente puede vestirse, practicar deportes o ducharse sin restricciones.
¿Qué puede esperar después de la cirugía?
-
- Recuperación rápida: la mayoría de los pacientes retoma su rutina diaria en una semana.
-
- Actividad sexual: puede reanudarse a partir de la cuarta o sexta semana, según la evolución postoperatoria.
-
- Duración del implante: las prótesis inflables suelen durar entre 10 y 15 años con el cuidado adecuado.
Durante el control postoperatorio, nuestro urólogo le enseñará cómo activar o desactivar el dispositivo y cómo cuidar la zona para evitar infecciones.
Lo que debe tener claro antes de decidir
La prótesis de pene no es una cura milagrosa. Ofrece la posibilidad de volver a disfrutar de relaciones sexuales estables, pero no devuelve las erecciones naturales.
Por eso, el éxito depende tanto del procedimiento quirúrgico como de la preparación emocional del paciente.
El diálogo con su urólogo es clave para tener expectativas realistas. En algunos casos, puede combinarse con otras terapias para mejorar la sensación o el deseo sexual.
Si desea conocer más sobre este procedimiento o agendar una consulta con un especialista, puede hacerlo directamente y agendar cita con el Dr. Jeilan Martínez
Dr. Jeilan Martínez Hoed
Dedicados a la salud urológica en Costa Rica